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Vengo del corazón a mis trabajos

El robo que lleva a otro robo

El robo que lleva a otro robo

 

He tenido un sueño bastante extraño: me robaban el auto.

Sucedió de esta manera el sueño:
El auto ahí estaba frente a mí (es esto lo extraño), pero al mismo tiempo no estaba; me explico: me bajo del auto y a punto de cerrarlo me doy cuenta de que no es mi auto, es blanco, pero no es el mío, y entonces me percato con gran sorpresa que es muy diferente al que yo tenía, pero aún así lo había manejado ya. A partir de ese momento trato de recordar la última vez en que vi mi auto: lo había dejado en un estacionamiento para entrar al cine. Eso quiere decir que al salir de la función me subí a otro auto y manejé hasta el momento en que me bajé y me di cuenta de que no era el mío. Me habían robado el auto y al mismo tiempo yo robé otro.

Al fin que «ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón», o por lo menos, en mi caso, un auto nuevo.

1 comentario

Pablo -

¿Tu sueño no fue en el DF? Ya que como dice el antiguo dicho popular: "Ladrón que roba a ladrón, vive en la Ciudad de México."